Incursión del Zeppelin en la Primera Guerra Mundial
Antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, los dirigibles eran el colmo de los viajes de lujo. Nadie imaginaba que podrían utilizarse para llevar la muerte y la destrucción a las ciudades costeras de Gran Bretaña.
El primer ataque se produjo la noche del 19 de enero de 1915, cuando el Zeppelin L3 alemán atacó y bombardeó Great Yarmouth, en la costa de Norfolk, causando la muerte de dos civiles. Esa misma noche, otro Zeppelin atacó Kings Lynn y murieron otras dos personas.
Los dirigibles alemanes eran conocidos como Zeppelins en honor al inventor alemán que los diseñó, el Conde Ferdinand Von Zeppelin. Estos dirigibles estaban construidos con una carcasa rígida rellena de hidrógeno gaseoso, un gas inflamable que podía ser altamente explosivo. Motores con hélices impulsaban el dirigible hacia delante. Armados con cinco ametralladoras, los Zeppelins transportaban una mortífera carga de bombas.
Ver también: Comedores escolares en los años 50 y 60Siguieron más incursiones. El 31 de mayo de 1915, hubo un Zeppelin a ttack on London, killing 5 people and hurting 35. Edinburgh was attacked by two Zeppelin airships on the night of 2nd/3rd April 1916.
Ver también: El prestamistaLos Zeppelins parecían invencibles, atacaban a voluntad y sin pérdidas. Las defensas contra ellos parecían inadecuadas, la moral estaba baja entre el público y la gente estaba aterrorizada por estas incursiones.
Al principio, los británicos no pudieron hacer gran cosa para contrarrestar esta nueva amenaza aérea. Los Zeppelin volaban demasiado alto para que los aviones de la época pudieran alcanzarlos y derribarlos. Su única vulnerabilidad real era que las bolsas de gas hidrógeno que utilizaban para elevarse eran altamente inflamables. Las balas ordinarias podían perforar las bolsas de gas, pero se necesitaba algo diferente si se quería hacer explotar el Zeppelin.Con la invención de la bala incendiaria Buckingham (que no sólo perforaba las bolsas de gas, sino que también encendía el hidrógeno), la amenaza del Zeppelin quedó efectivamente neutralizada.
En junio de 1917, el ejército alemán dejó de utilizar los zepelines para bombardear Gran Bretaña. Aunque eran un arma psicológica tremenda, en realidad habían causado poco daño al esfuerzo bélico.
De los 115 Zeppelines utilizados por el ejército alemán, 53 se perdieron y 24 sufrieron daños irreparables. En Gran Bretaña murieron 528 personas, en su mayoría civiles, y más de 1000 resultaron heridas durante los ataques de los Zeppelines.
Interesante nota a pie de página:
Las pieles de salchichas hechas con intestinos de animales eran perfectas como bolsas de gas para los Zeppelin. Los intestinos llegaron a ser tan importantes para el esfuerzo bélico alemán que durante un tiempo se prohibió la fabricación de salchichas en Alemania.